Esta búsqueda hacia el exterior me llevó por el peligroso camino de la adicción a las drogas, las relaciones codependientes y los malos hábitos como la bulimia y el alcoholismo. Un día me derrumbé en el suelo de mi departamento. Nervioso, con miedo, con resaca, adicto a las drogas y sintiendome atrapado en una relacion, en un trabajo y en una carrera que ya no me gustaban ni me hacian feliz, por primera vez, senti que no tenia una razon de vivir y desee morirme, habia estado trabajando activamente para construir esa vida ¿por que la odiaba tanto? ¿quiera era yo realmente? ¿por qué habia deseado toda la vida esa vida y ahora que la tenia no la queria?
 

Mi mente se nubló, vi al cielo y pedi un milagro, "Dios mio, ayudame, no puedo seguir viviendo asi, necesito un milagro" camine sin rumbo y derepente me sorprendio un cantante callejero, eran las 4 de la mañana y algo en mi me susurro que esa era mi senal, ese era el milagro que estaba pidiendo, asi que me acerque a hablar con el, y le regunte amorosamente que le motivaba a estar aqui, le pregunte; ¿por qué con tanto talento trabajas en la calle y de madrugada? y el me respondio: "la vida, mis hijos, la nacha (su perrita), mi esposa" sonriente y con todo el animo del mundo, hacia muchisimo frio y en el medio de una calle del centro de Buenos Aires me dijo "la vida hay que vivirla como se nos da, porque la vida es una sola y es para ser feliz, si no es hoy ¿cuando?"”. Ese fue el día que decidí dejar mi trabajo, entrar en rehabilitacion, dejar a mi novio, mudarme de pais, abandonar los malos habitos y estar sobrio.